La confianza es una condición que tiñe todas nuestras relaciones humanas. Pero es muy difícil de describir…es una propiedad emergente de las relaciones humanas, y la relacionamos con lo que nos animamos a decir o no decir, con la tranquilidad de estar con alguien que sentimos que va a responder, y en el fondo, con una sensación de poder “descansar” en el otro, perdiendo el miedo a mostrarnos vulnerables, sintiéndonos que por fin podemos bajar nuestras barreras de protección porque el otro no nos hará daño, no nos lastimará o perjudicará, de alguna manera.
Decimos también que la confianza tarda mucho tiempo en construirse, y se destruye en un minuto…y ahí, no sabemos luego como volver a confiar.
Y entonces, qué podemos hacer en ese momento?
Y es acá donde nos puede ayudar darnos cuenta en que dominio perdimos esa confianza. Porque si logramos asociarla con alguna acción o comportamiento concreto, es más fácil poder conversar con el otro y re-construir confianza.
Los dominios pueden ser: la vulnerabilidad, la sinceridad, la responsabilidad o la competencia.
La próxima vez que sientas que perdiste confianza en alguien, pregúntate en cual de estos dominios fue, y en que acciones concretas. De esta forma, podrás tener una conversación de calidad, y re-construir la confianza desde acuerdos de comportamientos a futuro.